¿Es posible cambiar las cosas sin convertirse en el absoluto protagonista del cambio? ¿Es posible que todo ese poder y fama no se suba a la cabeza y olvides el motivo por el cual estás luchando?
Ciertamente es posible, pero no está exento de que personas sin escrúpulos y sin ética intenten sacar provecho de todo esto.
A estas alturas, seguro que todos nosotros tenemos en nuestra cabeza, nuestra propia definición de «hacktivismo» y seguramente esas visiones varíen en su forma y contenido sobre lo que tiene o no tiene que ser, pero seguramente si hacemos un «brain storming» sobre las características que creemos que tiene o debería tener, seguro que rápidamente podemos obtener un listado de cualidades: comprometido, irreverente, revolucionario, abierto, social, pendenciero, igualitario, inclusivo, etc… Todas éstas cualidades o algunas de ellas serían deseables que formaran parte del ADN de cualquier persona o grupo que quisiera cambiar las cosas, pero desgraciadamente cuanta más notoriedad y fama consigue un grupo en sus acciones, más cerca esta de abandonarlas, por otras bien distintas como egolatría, narcisismo, autoritarismo, superioridad, despotismo, etc… La fama es un peligroso aliado del hacktivista, que puede ver desaparecer el suelo ante sus pies durante un tiempo y pensarse que ya no está sujeto a las leyes de la gravedad. Cuando un hacktivista pierde la conexión con la realidad social que intenta cambiar, deja de ser un hacktivista para convertirse en un elemento más al servicio del sistema.
¿Compromiso o moda?
Cuando el grupo hacktivista Anonymous realizó su famosa operación payback o megaupload, para protestar contra el cierre de wikileaks o del portal de almacenamiento megaupload, los foros de hacktivistas y las redes sociales y cuentas que usaban estos grupos, se llenaron de simpatizantes que decían que querían formar parte de ello, las cuentas en redes se llenaban de «seguidores», los mensajes de los foros, se llenaban de peticiones como: ¿qué tengo que hacer para pertenecer a anonymous? ¿cómo puedo ayudar?. Durante esas operaciones y algunas otras, algunos grupos hacktivistas se dejaron embriagar por el «éxito» (a algunos todavía les dura la borrachera), y perdieron el norte por el cual luchaban.
En el clamor de la insurrección es fácil olvidar el motivo por el que luchamos.
Cuando llegaron las «dificultades», todo este apoyo efímero desapareció, porque era moda, no compromiso. La moda marca tendencia durante un tiempo pero desaparece porque es efímera, pero el compromiso, si es sincero, se va aferrando y tejiendo lazos cada vez más fuertes en las conciencias de sus integrantes.
Ahora que prácticamente «pertenecer» o simpatizar con estos grupos te convierte automáticamente en terrorista ¿dónde esta aquella «legión» de seguidores? …
¿Publicidad o Marketing?
El hacktivismo, como mensaje lanzado desde un frío teclado, o desde el calor de la voz comprometida de uno de sus integrantes, busca transgredir y despertar conciencias, y es importante que ése mensaje goce de algo de publicidad para poder llegar a más público, pero ese mensaje tiene que ser sincero, sin artificios ni mercadotecnia que pueden desvirtuar el mismo, y mucho menos convertir el mensaje en un instrumento de marketing para obtener beneficio económico del mismo. La cuenta de twitter YAN(Your Anon News) realizó una petición de financiación a través de crowdfunding a sus seguidores para la construcción de un sitio de noticias que no dependiera de plataformas como twitter y tumblr para hablar sobre hacking. Sus seguidores le entregaron la no poca cantidad de 54.698$ para la realización de ese sitio y ellos les ofrecieron unas camisetas como agradecimiento. Al final de toda esta historia rocambolesca de ataques, de DDoS y supuesto fraude, no hay ni sitio de noticias ni dinero. :( No dudo que detrás de esta acción pudiera haber buenas intenciones, pero ¿acaso no hubiera sido mucho más sencillo colaborar con alguna plataforma libre para el desarrollo de software que permitiera dicho sitio? ¿o acaso lo único que querían es un trozo de pastel?. Os dejo la nota oficial para que saquéis vuestras propias conclusiones: http://youranonnews.tumblr.com/post/85503968864/youranonnews-status-update Desgraciadamente esto no es un caso aislado, hay cientos de blogs y páginas web donde piden donaciones para Manning, Assange, Hammond, entre otros, pero pocos o ninguno ofrecen el detalle de transparencia para ver que ese dinero llega realmente a sus destinatarios, sin contar con aquellos que venden sudaderas y «merchandaising» para su lucro personal.
Sin contar con aquellos que transforman sus intereses particulares en los intereses del grupo, llevándolos a una interminable cruzada de ambición y deseos(totalmente alejados del inicial) crea a los demás integrantes una sensación de desidia y desasosiego que hace que el grupo prácticamente se disuelva, o aquellos que «utilizan» el nombre de alguno de esos grupos para conseguir «vendernos» suscripciones a canales de youtube ;)
El eterno sino del hacktivista
El sino del hacktivista no es nada sencillo, siempre tachado de «raro» o paranoico por sus semejantes, siempre tratado como la oveja negra de la familia o el inadaptado de la sociedad, en un absurdo intento de culparle por ser la pieza que no «encaja» en «la gran maquinaria» del sistema. Un hacktivista no lucha por el lucro, sino por el reconocimiento, no lucha por la fama, si no por la justicia, no lucha por su verdad, si no por la de todos. Al fin y al cabo, un hacktivista no es más que aquel niño irreverente y descarado que avergonzó al rey haciendo ver a todos que estaba desnudo.
Si crees en estos ideales, no te compres una absurda camiseta de Héroe. Conviértete en él. ;)