Mi vida como Criptofriki

Comienzo a redactar este artículo autobiográfico gracias a que hace un rato ha llegado a mi, a través de redes sociales, un enlace a un artículo de Richard Stallman sobre como superar la incercia social. Una reflexión a todas luces recomendable y que, además, me ha traido a la memoria la reciente visita a España de RMS, donde tuve la inmensa fortuna de poder asistir a DOS de sus charlas. También porque algunas de las personas que mantienen esta publicación comunitarias, al conocer mis hábitos digitales me dijeron ya hace un tiempo «tio, esto tienes que plasmarlo en un texto de alguna manera…»

Como iba diciendo, gracias a ese texto de Stallman recordé sus charlas, y más concretamente una de ellas, titulada «Por una sociedad digital libre», donde Stallman hizo hincapié en temas tan de vanguardia como: Cuan maligno resulta el bigdata como modelo de negocio gracias a la venta de nuestros datos, o la importancia de las revelaciones de Snowden y lo vil que es la vigilancia digital gubernamental. RMS proponía sin excepción el uso de software libre como única defensa efectiva válida ante estos atropellos tan de nuestros días, dejando claro que esto era así NO porque el software libre no esté exento de posibles debilidades que comprometan la seguridad de sus usuarios, sino porque el propio modelo de licencia hace viable que miles de personas se dediquen de forma independiente a buscar precisamente esas debilidades.

El richal

He de decir que, tras haber tenido esa posibilidad de verlo dos veces consecutivas me considero, a día de hoy, un fundamentalista aún mas ferviente de Stallman, y que, precisamente, esa fue la parte de las casi 6 horas de conferencia que más disfruté. No obstante, el convencimiento en asuntos de esa índole no es algo que me haya surgido a raiz de escuchar las reflexiones de Stallman, sino que es algo que ya intento llevar cuasi a rajatabla desde hace algo más de una década y media: la autogestión de mis datos digitales y la tenencia de servidorcillos personales.

Afortunadamente para mi y para las compañías eléctricas, y para horror de mis padres y compañeros de trabajo, siempre tuve la posibilidad de tener a mi disposición algun ordenador que podía estar 24h al día, los 365 días del año conectado a internet, el cual podría usar a modo de servidor personal para hospedar webs, correo electrónico y otros servicios típicos de internet. Supongo que esa evolución lógica a la hora de ampliar mis conocimientos sobre como funcionaban las cosas fue dando forma a mi actual conciencia de la red, así como a mi asimilación en la membresía de una de las tribus más reducidas que existen dentro de la amalgama de «personajes» que pululamos en el mundo del software y la cultura libre: La tribu de los Criptofrikis.

Algún avezado lector podría decir «ojocuidado, ¿no querrás decir criptopunks?». Y quizás sea así, pero en mi opinión los criptopunks son una élite más minoritaria aún que se enmarca dentro del grupo de los criptofrikis: Son quienes desarrollan el software, las herramientas que usamos para nuestros sueños húmedos de privacidad. El resto somos, meramente, usuarios.

No dispongo de los conocimientos matemáticos necesarios como para ponerme a hacer criptoanálisis de los diferentes algoritmos, ni mi capacidad de crear software abarca la de poder desarrollar APIs que permitan hacer uso de dichas funciones matemáticas, sin embargo, mi aportación a la comunidad, como la del resto de los criptofrikis, es también importante pues, ademas de servir para detectar fallas en los distintos programas mediante reportes cuando algo me «peta», tambien procuro difundir en la medida de lo posible los hábitos y prácticas que considero seguras para nuestra privacidad.

Como muestra de mi compromiso para con el movimiento se podría mencionar por ejemplo que, dos meses antes de que Snowden tuviera el coraje para dar un paso al frente y volar hacia Hong Kong, fui uno de los culpables de que ya se hubieran celebrado al menos DOS eventos cryptoparty en mi región, junto con otras charlas y talleres en los que participé a posteriori, o que soy uno de los principales autores de la afamada -y criticada- guia de privacidad para Smartphones que, también, esta comunidad se encargó activamente de divulgar ( Gracias ).

Un criptofriki cree en la autogestión. Un modelo de red distribuida, federada, donde cada usuario administra y controla todos los servicios de internet que utiliza, donde todo se hace con software libre, y donde tiene que haber además, sí o sí, algún algoritmo de cifrado de por medio para asegurar la privacidad de la transmisión de información.

La vida como criptofriki, aunque divertidad mayoritariamente por aquello de estar continuamente investigando, experimentando y sometiendote a un desafío intelectual, no es para nada sencilla: Siempre estás intentándo darle una vuelta de tuerca extra a todo lo que un internauta medio hace o utiliza, incluso a menudo te provoca grandes problemas de incompatibilidades y de intereses en tus relaciones AFK. Es en ese momento, cuando algún amigo te habla de que ha empezado a usar tal o cual servicio nuevo, en que empiezas a preguntarte cosas como: «¿podré correr mi propio servidor?», «¿que algoritmo de cifrado utilizara?», «¿que o quien está detras de ese servicio?», cuando sabes que ya eres un miembro más de una secta en la que, una vez que has visto la luz y por mucho que lo intentes, ya no hay escapatoria. No es paranoia, pues no sufrimos de ningún desorden mental, al contrario: Es debido a nuestro nivel de conocimiento sobre como funcionan las cosas

paranoico

Y es así: Una vez que has comprendido la forma en que empresas de internet como Google, Facebook o Yahoo manejan y comercian con tus datos a cambio de ofrecerte servicios gratuitos de internet, y como a su vez, esos datos se encuentran a disposición de agencias gubernamentales bajo la burda excusa de velar por nuestra seguridad, no puedes sino vivir obsesionado con todas y cada una de las cuentas que, hasta entonces, has tenido en esos sitios cuyo uso, a día de hoy, sigue extendido entre la mayoría de la población ( algo respetable desde mi punto de vista si, tras haberles explicado tu opinión sobre el asunto, deciden que no es un asunto preocupante para ellos ), deseando borrarlas lo antes posible y migrar a un servicio controlado única y exclusivamente por ti que cumpla con la misma función. Ni los, hoy en día tan en voga, proveedores de servicios éticos son capaces a saciarte

Y aunque seguramente haya muchas otras vivencias distintas pero igualmente válidas, acaecidas a otro criptofrikis como yo, voy a ejemplificar todo este asunto con cosas que, efectivamente, a mi me han pasado: Para dejar claro a que me refiero cuando digo que pertenecer a esta tribu acarrea grandes problemas de incompatibilidades y de intereses en tus relaciones AFK:

Un primer ejemplo puede ser cuando tus amigos planean fiestas y eventos mediante facebook. «¿feisbuk? ni de coña, yo tengo mi propio nodo federado de diaspora, gnusocial o pumpio», y el resultado es que acabas enterandote del susodicho evento en el último minuto, por otra vía alternativa o, en el peor de los casos, a posteriori, cuando ya te lo has perdido.

Otro ejemplo podría ser cuando, efectivamente, has podido acudir a ese evento y has tomado fotografías y todos te piden «¡Compartelas en Picassa, así podremos verlas con el G+!». «¿Picassa? no mira, las voy a subir a mi GLAMP, donde tengo una galería basada en Coppermine, así que os haré llegar un login y password de invitado, y ya las véis desde alli. ( y con https, ¡por supuesto! )».

Pero ya el asunto se torna dramático cuando trasladas estas situaciones al ámbito de una relación de pareja, y tienes que luchar con las reticencias de la otra parte a usar algo que se sale de lo normal y que, además, es raro: «¿whatsapp?, ¿telegram? no cariño, te voy a instalar un cliente de XMPP + OTR y eso es lo que vas a usar para tener mensajería instantanea conmigo, además olvidate de esa cuenta de gmail: ya te hago yo una cuenta en mi propio servidor. Y si ves que tardo en contestar no te agobies, es que yo me conecto a través de la red tor, porque además lo tengo montado como servicio oculto y me va un poco más lento, pero llegar llega, te lo garantizo». Este pequeño infierno de pareja se convierte en algo aún peor si estáis separados por largas temporadas :»no mi vida, mira, en vez del Skype te bajas el cliente de mumble, y ya te paso yo los datos de mi propio servidor porque, además de ir cifrada, la conversación quedará entre tu y yo, y verás como la calidad del sonido y la latencia masmola más aún».

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Por supuesto, usar el teléfono movil es un mal que, aunque aborrezca, muchos tenémos que sufrir por estar condicionados a tener que jugar, sí o sí, en ámbitos como puede ser el laboral, donde la conectividad es necesaria. No obstante, aún así, un criptofriki siempre encuentra formas de saciar su sensación de inseguridad: «Mire, Sr. Director, es que la blackberry y el iphone corporativos los dejé en casa, no los uso debido a que he cambiado la sim a este otro movil, que corre cyanogenmod y donde tengo capadas las opciones de acceso a los datos del usuario, además de no tener instalas las gapps».

Sin embargo, y dejando a un lado la incomprensión de la gente hacia tus preferencias digitales, el mayor problema al que me he enfrentado como criptofriki es a la incomprensión de las grandes empresas de internet. Y digo incomprensión por usar un término educado, pues aunque tiene, en efecto, una razón técnica lógica para existir esa incomprensión, estoy convencido de que esto sucede, en ocasiones también a posta: para desmotivar precisamente la independencia digital y forzarnos a integrarnos en sus dominios, bajo su control. Un ejemplo de incomprensión por parte de las grandes empresas es, por ejemplo, el e-mail.

Correr tu propio servidor de correo implica, a su vez, que necesitas una DNS asociada a la dirección ip de tu servidor: una dns que irá indefectiblemente ligada a tus cuentas de correo. No obstante un criptofriki no es una empresa, sino una persona física que, además y por lo general, actua en solitario y, en muchas ocasiones, la ip de su servidor, aunque sea casi siempre la misma debido a que no reinicia casi nunca, estará dentro de un rango de ip’s dinámicas, lejos de las que su proveedor de internet alquila como fijas al ámbito empresarial, con lo cual muchas veces los filtros de correo de esas grandes empresas marcarán, habitualmente, los emails recibidos desde dicho servidor como SPAM, no notificandole al usuario de su recepción salvo que este tenga la presencia de ánimo de consultar su bandeja de correo electrónico no deseado.

Entiendo que esa es una medida de seguridad necesaria para combatir el SPAM, pues de otro modo se tragarían aún más toneladas de terabytes de las que diariamente se comen en forma de correo basura. Filtrar los rangos de ips que están fuera de ámbito comercial mediante listas negras es una buena medida de prevención no obstante, para un criptofriki esto es un problema debido a que has de avisar a servicios como spamhaus de que «¡eh!, que estoy aqui y esta es mi ip actual ¿vale?, no me bloquees», o de que el destinatario final del correo vaya educando a su webmail de que NO, los correos que recibe tuyos no son SPAM.

Al final, y como se puede ver con estos ejemplos ( podría poner más ) la vida de un criptofriki no es sencilla. Yo he optado despues de mucho ensayo-error por incluir en el dorso de mi tarjeta de visita un código QR que linka a una web, alojada en uno de mis servidores por supuesto, donde explico mis motivos, así como qué hay que hacer para contactar conmigo, enlazando a tutoriales y otros tipos de webs donde se puede comprender, creo, como se maneja XMPP, OpenPGP y otras soluciones libres que, a día de hoy, son para mi insustituibles. He llegado a la conclusión de que, si alguien, en efecto, tiene verdadero interes en mantener contacto conmigo, aprenderá a convivir con este aspecto de mi personalidad y de mi forma de ver la vida y que, al igual que yo transijo y acepto vivir con otros aspectos de la personalidad y del estilo de vida de otras personas.

autogestion

Así pues, como se puede ver, esta práctica, este estilo de vida es un asunto que genera incomodidades pero, si inicié este texto citando a Stallman, no podría sino cerrarlo también mencionandolo a él, pues es quien nos da la respuesta ante las dudas que pudieran surgirle a toda persona que decide iniciar el camino del criptofriki. Esa respuesta está en su libro de ensayos «Software Libre para una Sociedad Libre» -de indispensable lectura- y es que Stallman mantiene que, si para conseguir un poco de libertad es necesario que sacrifiquemos un poco de nuestra comodidad, esa inversión bien merece la pena, y yo, personalmente, estoy de acuerdo.

Si aún no estás muy puest@ en como proteger tu privacidad te recomiento que empieces por estos sencillos enlaces donde, a mi entender, se explica de manera muy clara las diferentes herramientas de que disponemos. Muchas de ellas forman parte de mi día a día de hecho y, creeme, funcionan:

https://emailselfdefense.fsf.org/

https://freedom.press/encryption-works

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10 Comentarios

  1. grande rms, en un par de meses me are de un equipo para unirlo al grupo de maqinas encendidas 24/7, pues la que tengo hace algo de ruido.

  2. MUY buen artículo!!
    Gran exposición y redacción, un placer leerlo!
    También yo volví algo más «radical» después de ver a Stallman, no llego a tus niveles, pero también soy el asombro en mi círculo por no tener Facebook, no usar Wasapp, y mantener los datos apagados de mi móvil y sólo encenderlos en determinadas ocasiones…
    Felicidades, y a seguir así!! ;)
    PS: Por cierto el enlace a la guía de autodefensa del correo de la fsf (en la que aporte mi granito de arena en la traducción) está mal. Dejo el enlace a la guía en español:
    https://emailselfdefense.fsf.org/es/

  3. Muy bueno el artículo pero hay una cosa en tu relato que me ha extrañado al momento de leerla, que usaras un código BIDI en lugar de QR, me sonaba que BIDI era de código cerrado pero por si acaso he buscado en internet, me ha surgido la duda de si estaba yo equivocado.

  4. Pues creo que también soy un poco criptofriki y creo que mi pareja ya se ha adaptado a este tipo de cosas como yo me he adaptado a que ella viva y se comunique como quiera.
    No tener facebook fue un paso muy importante en mi vida. La verdad es que es criminal el tiempo que se pierde allí.

  5. Gracias por los enlaces y por el artículo. Estoy aprendiendo un montón pero aún tengo que aprender mucho más. iGNUrante, te sigo siempre que puedo aunque a veces… desapareces… (???)

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