Berta Cáceres

Honduras. El día 3 de Marzo, a la madrugada, dos individuos asaltaron la vivienda de Berta Cáceres, la asesinaron. Su «delito», haber luchado contra la mafia que destruye el medio ambiente por dinero, haber resistido al colonialismo blanco del capital que pretende aplastar a los indígenas, haber visibilizado el golpismo patriarcal que vivimos en todas partes del mundo.

Al mismo tiempo, un ciudadano europeo mal amparándose en su libertad de expresión, en su piso de alquiler de ciudad, leía en la red privativa twitter a una mujer decir: «Malditos asesinos!» refiriéndose a que su vecina había sido asesinada por su «novio». El ciudadano europeo respondió: «Creo que eres una feminazi, no todos los hombres somos así, no todos somos asesinos, las mujeres blabla».

En Honduras este ciudadano europeo es el sicario de Berta Cáceres, porque lo único que le importa es seguir manteniendo su estatus de autoridad moral y lógica hominida. Siempre su versión exculpatoria y creer que lleva la razón. No le importan las mujeres asesinadas sólo les importa que hay mujeres que pueden joderle la fiesta. Y eso no le gusta nada a los neomachistas.

Que empiece la fiesta.